Es un tratamiento mínimamente invasivo que consiste en la aplicación de unas sustancias químicas, generalmente ácidos, que provocan la eliminación de células epidérmicas en mayor o menor profundidad. Tienen un efecto exfoliante. Beneficios: Mejora de la calidad de la piel, más luminosidad, atenuan o eliminan pequeñas arrugas, así como manchas e irregularidades cutáneas. También los utilizamos en tratamientos de acné y para mejorar las cicatrices que éste pueda dejar. La frecuencia de las sesiones es cada 15 días y el número de las mismas dependerá de cada paciente. Siempre asociaremos unas recomendaciones para mantenimiento domiciliario, como pueda ser el cosmético indicado a la hora de la higiene facial o de la hidratación.